Úlceras y aftas

Las aftas son lesiones superficiales que se desarrollan en la parte interna de la boca, generalmente en las mejillas, encías o la lengua. Se presentan como manchas redondas o ovaladas, de color blanco o amarillo con un borde rojizo. Estas úlceras no son contagiosas, a diferencia de las calenturas labiales, que están relacionadas con el virus del herpes.

En Farmafresh, entendemos la importancia de cuidar de tu cuerpo y por eso ofrecemos productos especializados que pueden ayudar a reducir las molestias causadas por las aftas. Seleccionamos con cuidado productos naturales que son suaves para tu cuerpo y efectivos en el alivio de estos síntomas.

El tratamiento para las aftas suele enfocarse en aliviar el dolor y acelerar el proceso de curación. Algunas recomendaciones incluyen:

• Enjuagues bucales con soluciones salinas o bicarbonato de sodio.
• Aplicación de gel o ungüentos específicos para llagas en la boca que puedes encontrar en tiendas especializadas como Farmafresh. Nuestro catálogo está repleto de productos que respetan la salud de tu piel y tejidos bucales, ayudando a sanar sin causar irritaciones adicionales.
• Evitar alimentos ácidos o picantes, ya que pueden agravar las lesiones.

En casos más severos, donde las aftas son recurrentes o muy dolorosas, es recomendable consultar a un profesional de la salud. Los medicamentos recetados o tratamientos con láser pueden ser opciones viables.

Existen varias causas posibles para la aparición de aftas, aunque en muchos casos se desconoce el origen exacto. Entre las causas más comunes se incluyen:

• Lesiones o traumatismos en la boca, como morderse accidentalmente.
• Estrés o cambios hormonales.
• Deficiencia de nutrientes, como vitamina B12 o hierro.
• Reacción a ciertos alimentos o medicamentos.

Farmafresh, con su enfoque en la nutrición, ofrece suplementos que pueden ayudarte a mantener el equilibrio adecuado de vitaminas y minerales para evitar que estas carencias provoquen llagas o aftas en la boca.

En la mayoría de los casos, las aftas desaparecen por sí solas en una o dos semanas. Sin embargo, es importante estar atento a ciertos síntomas que podrían indicar un problema más grave:

• Si las aftas son muy grandes o extremadamente dolorosas.
• Si las llagas no sanan después de dos semanas.
• Si se presentan con fiebre o síntomas de malestar general.

Si notas alguna de estas señales, es fundamental acudir a un especialista, ya que las aftas persistentes o recurrentes podrían estar relacionadas con otras afecciones de salud.

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